Ejercicio de sensibilidad de la lengua
Ahora es momento de pasar a la acción y de empezar a practicar los conceptos que hemos comentado haciendo este ejercicio práctico.
La mejor manera que conozco de mejorar es a través de ejercicios. Pero no ejercicios cualquiera, no. Tienen que ser ejercicios que nos provoquen sensaciones, para que nos hagan entender mejor lo que sucede cuando articulamos para poder aprenderlo de verdad y hacerlo nuestro.
En este ejercicio vamos a ver el primer paso para darle mayor control a la lengua y vamos a observar como realmente no necesitamos usarla con “demasiada” fuerza.
Utilizar mucha lengua o con excesiva fuerza va a perjudicar nuestra articulación y además puede provocar otras tensiones en cuello y garganta que no nos interesan aprender para nada.
Por eso es mejor siempre ir a los ejercicios “básicos” que nos ofrezcan estas sensaciones para nosotros ir adquiriendo buenos hábitos y poder hacer mejor las cosas.
Y ahora, me gustaría hacerte una pregunta:
¿Qué crees que tiene más importancia para lograr una buena articulación, la lengua o el aire?
Mucha gente piensa que la lengua es lo más importante. Pero déjame decirte que puede que no sea así. Quizás hay otra forma y más sencilla de entenderlo.
¿Rompemos este mito?
Aquí vamos a comprobarlo de manera práctica.