Una técnica de estudio rabiosamente efectiva

Hoy te quiero hablar de una técnica de estudio rabiosamente efectiva.
Para que los pasajes más difíciles, además de que te salgan en casa, te salgan también en el concierto.
Aviso: Esta técnica la utilizan también algunos atletas profesionales en deportes como el golf y el baseball. Ninguna liga profesional se hace responsable de lo que diga aquí.
Te cuento.
Esto es lo que ocurrió mientras estaba dando una clase online con una de mis alumnas.
Durante la clase, tocaba una de las piezas que hemos estado preparando en las últimas semanas.
Había un pasaje que no le salía muy bien (me sorprendió porque en clases anteriores le salía) y entonces ha venido mi primera pregunta:
¿Hace mucho que no lo tocas?
No, lo toco todos los días.
Vale, parece que ha superado la primera prueba, pero no tan deprisa.
Vuelvo a la carga con más preguntas abiertas para recabar un poco más de información.
¿Cómo lo practicas?
Lo toco de arriba a abajo.
¿Y luego qué?
¿Cómo que luego qué?
¿Lo repites o haces algo más?
No. Sigo tocando.
Ya tengo lo que buscaba. Ahora podemos empezar a trabajar.
Mira.
Si lo practicas de arriba a abajo, simplemente por tocarlo, lo que va a pasar es esto. Que habrá veces en que no te salga, porque no lo estás aprendiendo bien.
Y eso no es lo que queremos. Lo que nos interesa es aprenderlo de verdad, de tal manera que lo interiorices y lo puedas tocar siempre bien. ¿Me sigues?
Si.
Bien.
Una pregunta: ¿cuando estudias para el instituto, cuando quieres sacar muy buena nota, un 9 o un 10, cómo estudias?
Lo leo por partes muchas veces hasta que me lo aprendo.
Eso ya me gusta más.
¿Sabes qué? Vamos a hacer exactamente lo mismo. Pero no sólo con este pasaje, no.
Con los pasajes más difíciles.
(Me mira exactamente igual que como se mira a un imán de la nevera)
Ahora verás.
Lo que quiero es que cuando practiques, pongas toda tu atención en el pasaje. Y que lo practiques a una velocidad en la que no cometas fallos. Si no te sale a esa velocidad, lo tocas más lento.
Vale.
Pero no lo vas a tocar una vez. No. Lo vas a tocar 5 veces seguidas, sin cometer errores, lo «mejor» que puedas.
¿Con cada pasaje?
Eso es. Con cada pasaje.
Pero no un día. Así cada día que practiques hasta la semana que viene.
¿Y si me equivoco?
Vuelves a empezar.
(Ahora me mira como si le acabasen de decir que para comer hay lentejas, y no le gustan).
Escucha.
Si lo tocas lo mejor que puedas 5 veces hoy poniendo toda tu atención. Mañana otras 5. Al otro y al otro… hasta la semana que viene y lo haces cada día hasta el día de la clase, lo habrás tocado lo mejor que puedes… 35 veces. Y eso son muchas veces tocando un pasaje bien. ¿No?
(Empieza a mirarme con algo de interés para ver a donde quiero llegar. Pero aún noto cierto recelo en su mirada).
¿Si tocas algo «muy bien» 35 veces, no es más probable que tus músculos lo recuerden, lo memoricen, lo aprendas mejor y te salga bien?
Supongo.
(Sigue pensando que es algún tipo de tortura china o algo así).
Vamos a hacer una cosa. Pruébalo esta semana. Cuando termines de estudiar, practica los pasajes que más te cuesten y repítelos lo mejor que puedas 5 veces.
Luego descansa.
Al día siguiente otra vez. Así hasta la semana que viene.
Y vemos. ¿Ok?
Ok.
Bueno.
Esta es una de las formas de practicar la consistencia.
Esta palabreja significa: «Cualidad de lo que es estable, coherente y no desaparece fácilmente».
¿Suena bien, verdad?
Muchas veces, tocamos en conciertos donde hay pasajes que no nos salen del todo bien. Los llevamos a medias. Y pensamos que ese día por puro azar o porque la vida nos sonríe, nos va a salir bien.
No suele pasar.
No sé a ti, pero yo no tengo tanta suerte.
Esta manera de estudiar, puede que a simple vista no parezca la más atractiva.
Pero es una técnica de estudio rabiosamente efectiva.
Ahora lo hemos hecho como ejemplo con 5 repeticiones. Pero vamos a imaginar con 10.
Al cabo de 10 días, esos pasajes, los habremos tocado 100 veces. En 20 días, 200.
Si ponemos toda nuestra atención, y lo tocamos todas y cada una de esas veces lo mejor que podamos dentro de nuestras posibilidades cada día, habremos tocado muchas veces ese pasaje «bien».
Cuando tocamos un pasaje 100 o 200 veces bien, da mucha tranquilidad y seguridad cuando pisamos el escenario.
No estaremos tan preocupados. Porque lo hemos estudiado tan bien, que es muy difícil que desaparezca fácilmente.
Esto es la consistencia.
Y es una habilidad importantísima que necesitaremos desarrollar como músicos.
Para cuando subamos al escenario, preocuparnos sólo de la música.
Y de si llevamos bien puesta la pajarita.
En la academia comparto otros ejercicios y técnicas para desarrollar esta habilidad y muchas otras.
Además, la consistencia, es una habilidad que te puede ayudar en otras facetas de tu vida. No sólo en la música.
Porque hagas lo que hagas, va a ser mejor que lo formes sobre unos pilares sólidos.
Para que sea lo más estable posible y perdure en el tiempo.
Bueno, si te interesa esta forma de trabajar, es aquí.
Este tipo de emails es lo que suelo mandar a mis suscriptores, pero aquí no los pongo todos. Si los quieres recibir también y no te quieres perder nada, abajo los detalles.
PD: Si quieres ampliar información sobre este tema, te dejo un par de enlaces muy interesantes, uno y otro.
Si en 17 minutos pudiera mostrarte cómo mejorar la velocidad (y calidad) de tu articulación en los próximos 30 días o menos… ¿te interesaría saber cómo?
Regístrate aquí y Accede Ahora a esta Clase Gratuita para descubrir cómo mejorar tu articulación
Me encantó tu artículo, gracias!
Gracias José Luis. Espero que mejore tu swing cuando lo pongas en práctica 😉 Saludos!