Doble embocadura
¿Qué beneficios nos puede aportar la doble embocadura en el clarinete?
La mayoría de clarinetistas a día de hoy tocamos con embocadura simple. Forramos los dientes de abajo con el labio inferior y los dientes de arriba los apoyamos en la boquilla.
Pero esto no ha sido siempre así. Desde que se inventó el clarinete, la embocadura más común ha sido la doble embocadura, donde tanto el labio superior como el inferior, cubren los dientes.
Es cierto que la embocadura simple nos permite tener más seguridad y estabilidad a la hora de tocar pero esto también nos hace que no activemos de la misma manera algunos músculos de la boca y como consecuencia solemos apretar la caña. Obteniendo un sonido apretado o que no respira con naturalidad.
Posiblemente no te suenen estos clarinetistas: Daniel Bonade, Ralph Mclane, Harold Wright, Robert Marcellus…
Pero aquí vamos a hablar sobre ellos y su influencia en la escuela americana del clarinete.
En esta clase vamos a hablar sobre esta embocadura, cómo empezó a utilizarse y la transición hasta llegar a la embocadura simple que es la más utilizada en la actualidad.
Además veremos las ventajas y desventajas que tienen estas dos embocaduras y conoceremos los beneficios que nos puede aportar si la incluimos en nuestra rutina de estudio de manera regular.